viernes, 17 de agosto de 2012

475 km

Distancia. Jodida distancia. Más o menos 475 km eran la distancia que impedía vernos, abrazarnos, besarnos... Poder estar juntos. Y casi tres meses de espera, para tan solo tres días... Merecía la pena ir, aun por tan poco tiempo. Quería verte. Necesitaba verte.

Nada más contemplar tu figura esperando, apoyada sobre aquél muro de piedra, solo me entraban ganas de ir corriendo y abrazarte. Y acto seguido besarte... Lo hice, y me quedé muy relajado. Al principio estaba bastante nervioso y puede que también desilusionado. No querías darme la mano, pero no me importaba del todo. Por fin estábamos juntos, y eso era lo que importaba.

La primera tarde fue muy... ¿Tímida? Sí, tímida. Era normal, la primera vez que ves a la persona que amas no puedes actuar como si de un amigo de toda la vida se tratase. Di mi mejor esfuerzo para enamorarte del todo. Y lo conseguí, pero de eso hablo más adelante... Paseos y paseos por toda la ciudad. A tu lado, que es lo importante, cualquier paseo se hace corto. Sin mirar el reloj, dejábamos que nuestros pies nos llevaran a cualquier lugar, y en un pequeño parque se pararon. Sentados en un banco, mirándote, hablábamos. Apenas podía prestar atención a lo que había a nuestro al rededor, solo podía mirar tus labios. Me pedían un beso, pero tú, reacia, te negabas. Tan solo me hacía fata esperar a que estuvieras preparada. Esperé y el momento llegó, pude besar esos labios tan carnosos que tanto deseaba. Los mejores labios que pude, y me atrevo a decir que "podré", probar nunca. Acurrucada en mi pecho después del beso, arañamos algunos minutos más, pero el tiempo no es infinito, tenías que dejarme por una noche. Quería pasarla a tu lado, pero no pude. Nos despedimos, hasta el día siguiente.

Por la tarde, lloviendo, habíamos planeado encontrarnos en el mismo lugar donde nos separamos el día anterior. Llovía y llovía, estaba esperándote. Diez minutos. Quince. Veinte. Te llamaba pero no contestabas. Problemas técnicos. Por fin pude ponerme en contacto contigo. Cambio de planes, nos vemos en otro sitio, al cual fui todo lo rápido posible, preocupado por ti.

Volver a verte. Eso hizo que todas mis preocupaciones se fueran volando por la ventana. Volver a besarte, hizo que mi corazón se acelerara más de lo posible. Iba a estallar. Una sola noche sin ti parecía una eternidad. De nuevo, comenzamos a andar sin rumbo fijo, paseando por la otra cara de la ciudad. Bella ciudad, más bella mi acompañante. A no poder más, nos sentamos en el suelo, abrazados, besándonos, pensando en qué hacer en ese momento, sin preocuparnos del futuro que nos esperaba, volver a separarnos. Tirados en el suelo, pasaban las horas, volvimos a retomar nuestro camino. Andando y andando, llovía, dejaba de llover, y llovía otra vez. Mal clima, pero no me importaba, porque estábamos juntos.
Y creo que a ti te importaba menos. Entre risas, besos y abrazos, se voló la tarde. Caía la noche y tuvimos que separarnos de nuevo, esta vez por menos tiempo.

A la mañana siguiente, desperté y  te mandé un mensaje, fui a darme una ducha y desayunar algo, me esperaba un viaje largo. Playa, gente, arena, agua... Y tú, lo más importante.

Cabezota a más no poder, yo insistía en ir a buscarte, y tu te negabas. Tuve que ceder, o iba a ser peor, te esperé sentado en la arena. Bastante tiempo. Mi móvil sonó, tu llamada me ilusionó. Estabas cerca. Me levanté y fui a buscarte, entre la gente. Te encontré, acompañada de mi mayor rival, un pequeño peludito de color blanco y collar. Al cual no le hicimos apenas caso, así que no me molestaba su presencia. El tercer día no caminamos tanto. Apenas nos quedaba tiempo para poder estar juntos, así que no perdimos el tiempo y nos sentamos en un banco cercano, rodeados de árboles y hierba. Tumbada sobre mi regazo, no paré de besar esos labios que tanto deseaba. Sonó la alarma, debía volver. Volver a poner 475 km de distancia entre nosotros. No quería, quería quedarme a tu lado, para siempre. Era doloroso, aunque no pude soltar ni una sola lágrima de tristeza en aquel momento. Tan solo un "te amo". No podía quedarme más tiempo, nos despedimos con un beso y te fuiste, me quedé observando tu figura alejándose en el horizonte, mientras por mi rostro caía una pequeña lágrima, se había fugado sin yo darme cuenta. Terminé con su recorrido con mi mano, subí al coche y puse rumbo a Madrid.

Durante todo el trayecto, lloré recordando todo lo que había pasado en ese fin de semana. Al igual que lloro ahora al escribirlo. Es doloroso no poder verte de nuevo hasta... ¿Diciembre? Tal vez entonces, tal vez en diciembre podamos estar juntos por otro fin de semana más...

Así que solo puedo decir una cosa para terminar... Te amo, JS.

martes, 14 de febrero de 2012

San Valentín

Y Dios dijo, que se haga una entrada. Entonces yo pensé en ella y aquí estoy, escribiendo... Os contaré, dado la fecha de hoy, unas cuantas curiosidades sobre San Valentín:

Muchos opinan que es un día para confesar sentimientos, o para regalarle algo a tu pareja. Otros que no tiene porque haber fecha para expresar tu amor. Yo estoy en medio, quiero decir, esta claro que cada día va a ser especial, pero San Valentín te hace recordar todo lo que has vivido (me refiero a tu vida amorosa) y te das cuenta de lo bien o mal que te lo has pasado, en resumen, todas tus experiencias. Y por eso siempre está bien tener un detalle con esa persona que especial para ti.

En Japón el 14 de febrero las chicas hacen chocolate para, o bien para sus amigos y familiares (chocolate por obligación) o para confesarse al chico que le gusta. Y un mes después, el 14 de marzo, es el día en el que le toca al chico dar chocolate. 

Otro elemento representativo de este día son las flores, y es en Dinamarca, donde la gente tiene por costumbre enviar flores blancas prensadas llamadas gotas de nieve a sus personas más queridas, ya sean pareja o amigos. Por su parte, los hombres daneses no se iban a quedar atrás, estos envían cartas llamadas gaekkebrev (carta graciosa), y en el remitente escriben una rima pero no firman con su nombre sino con puntos, uno por cada letra de su nombre. Si la mujer que la recibe adivina quien la envió, él la recompensa con un huevo de Pascua en esa fiesta.

Muchos piensan que este día se celebra desde hace poco y que surgió por el interés de los grandes centros comerciales, pero su origen se remonta a la época del Imperio Romano.
San Valentín era un sacerdote que hacia el siglo III ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras.
El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se ha popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados). El emperador Claudio se enteró y como San Valentín gozaba de un gran prestigio en Roma, el emperador lo llamó a Palacio. San Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo.
Aunque en un principio Claudio II mostró interés, el ejército y el Gobernador de Roma, llamado Calpurnio, le persuadieron para quitárselo de la cabeza.
El emperador Claudio dio entonces orden de que encarcelasen a Valentín. Entonces, el oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y en nombre del Señor, le devolvió la vista.
Este hecho convulsionó a Asterius y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. De todas formas, Valentín siguió preso y el débil emperador Claudio finalmente ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de Febrero del año 270. La joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De ahí que el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos.
La fecha de celebración del 14 de febrero fue establecida por el Papa Gelasio para honrar a San Valentín entre el año 496 y el 498 después de Cristo. Los restos mortales de San Valentín se conservan actualmente en la Basílica de su mismo nombre, que está situada en la ciudad italiana de Terni (Italia). Cada 14 de febrero se celebra en dicho templo, una acto de compromiso por parte de diferentes parejas que quieren contraer matrimonio al año siguiente.
La costumbre de intercambiar regalos y cartas de amor el 14 de febrero nació en Gran Bretaña y en Francia durante la Edad Media, entre la caída del Imperio Romano y mediados del siglo XV.
Los norteamericanos adoptaron la costumbre a principios del siglo XVIII. Los avances de la imprenta y el bajón en los precios del servicio postal incentivaron el envío de saludos por San Valentín. Hacia 1840, Esther A. Howland comenzó a vender las primeras tarjetas postales masivas de San Valentín en Estados Unidos.
Aunque sean los enamorados los que principalmente celebran este día, sin embargo hoy en día se festeja también a todos aquellos que comparten la amistad, ya sea maestros, parientes, compañeros de trabajo y todo el que siente, tenga la edad que tenga, el olor del amor que, como flor de primavera, nunca debe perder su agradable perfume. ¡Feliz día de los enamorados y de la amistad!

viernes, 20 de enero de 2012

¡¡Bienvenidos de nuevo!!

Primero de todo, feliz año nuevo a todos. Segundo, anunciaros que la vuelta de actividad del blog será el día 14 de febrero de 2012. A partir de ese día tendréis una entrada cada 3 días como mucho.

Así que pedimos disculpas a todos por tardar tanto. Volveremos con las pilas cargadas y un montón de ideas e historias nuevas para mejorar el blog, que estoy seguro que os van a encantar.

Muchas gracias a todos por leernos, y que tengáis suerte con vuestra vida amorosa ;)

¡¡Nos vemos pronto!!